viernes, 30 de marzo de 2012

"Poemas incorregibles" 2000 - Vladimir Herrera


Habiendo exilio La esfinge 
Rastreada especie de líquido temblor 
Sobre la mesa lenta 
Sus plumas brillan 
Son la frontera de la mente 
La polvareda de la mente 
Del flechador a la nube 
Los utensilios de la sombra 

y el hambre: 
Alas de exilio Decir 
Varadero de ausencia 
En otro planeta de gentes 
Que lejano me convidan. 

sábado, 24 de marzo de 2012

"Trelatos" 2002 - Varios


CORREDOR DE LA MUERTE 

Juan Suarez

Estamos en una oscura y fría celda. El eco de una gotera 
acentúa la soledad del preso en capilla, pero la estrechez de la 
celda no deja ni siquiera sitio para la desesperación. De pronto 
se abre la pesada puerta enrejada. Entra un hombre con traje gris 
y beatifica sonrisa. Lleva un maletín. 

JUAN: Buenas tardeees. 
DO: Buenas tardes. 
JUAN: ¿Es usted el preso en capilla? 
DO: (Suspicaz). No sé ... ¿Quién lo pregunta? ¿Es usted el verdugo? 
JUAN: No, por Dios ... 
DO: ¡Ah, bueno! Entonces yo soy por quien pregunta. 
JUAN: Encantado. Vamos al grano que supongo que no tendrá 
mucho tiempo. 
DO: La verdad es que no ... Oiga ¿quién es usted? 
JUJAN: ¿No me he presentado? ¡Qué torpeza!! Valentín Sopla. 
tenga mi tarjeta. Agente comercial de FENECESA. ¿No le suena? 
"En FENECESA se muere mejor!!" 
DO: ¡Ah!, pues ... no sé ... 
JUAN: Bueno, es lógico ... Uno de nuestros lemas dice: 
(Publícítario). "Si se lo puede contar a sus amigos es que hemos 
hecho mal nuestro trabajo", ja, ja, je, je ... ¡Estos creativos ... ! 
(Silencio). Bueno pues ... vamos a ver, primero tengo que hacerle 
una preguntita, ¿es usted fumador? 
DO: Sí, pero lo estoy dejando. 
JUAN: Y lo va a dejar, lo va a dejar. (Va revisando papeles). Tiene 
que visualizarlo como un objetivo cumplido. De otro modo es 
imposible ... (Escribe algo). Bien, pues eso facilita las cosas. 
Podemos descartar el gas letal.
DO: Pero oiga ... ¿Usted qué vende? 
JUAN: ¿Vender? ¡Nada! Éste es un servicio del Gobierno. Una con- 
trata ¿sabe? La ganamos por concurso cada cuatro años, un puro 
trámite porque somos los mejores, los más limpios, los más baratos,
 con franquicias en más de treinta países, métodos homologados ... 
DO: (Le corta). Ya, pero ... ¿Qué hacen? 
JUAN: (Recita). "En FENECESA le damos una muerte útil, rápida 
y estética. Olvídese de los viejos sistemas y apueste por el futu- 
ro con FENECESA. Por el desarrollo sostenible". 
DO: ¡Ah! ¡Mola! 
JUAN: ¿Lo ve? Nadie quiere irse de este mundo sin más. La 
mayoría quiere acabar con una buena obra para quedarse más 
tranquilos. ¿Usted también, verdad? 
DO: ¡Hombre, pues sL.! 
JUAN: Pues FENECESA se creó para atender las necesidades de 
individuos como usted, a los que la vida, cruel y despiadada, ha 
llevado por el camino erróneo. Usted no es un culpable. Es una 
víctima del sistema. Yo quiero ayudarle
DO: ¡¡Ayúdeme, ayúdeme!! 
JUAN: (En plan comercial). Pues la opción A es que FENECESA le 
ofrece la oportunidad de ser ejecutado por un nuevo método: 
Atragantamiento con hueso de oliva de las de Cieza, provincia de 
Murcia. Un hueso gordo y áspero que provoca una muerte veloz 
y alimenticia. 
DO: Claro, claro ... pero es que a mí lo de ahogarme ... no sé ... me 
da yu-yu. 
JUAN: (Digno). ¡Ah! ¡Al señorito le da yu-yu! Pues nada, si quiere 
le ofrecemos la opción B, la de los cobardes: coge sus cosas y se 
va a casa tranquilo a echarse en el sofá. ¡Hala, venga, vamos a 
hacer la maleta! 
DO: Espere, espere ... perdone, no quería ofenderle. 
JUAN: Es que ... algunos los tienen "cuadraos ••... 
DO: Venga, elijo la opción A. El hueso de aceituna ... 
JUAN: ¡Así me gusta! ¡Con resolución! 
DO: Sólo tengo una preguntita. 
JUAN: Dígame. 
DO: Eso de la muerte asistida. ¿No es ilegal? 
JUAN: Pues depende. Si usted se quiere morir porque es un 
enfermo terminal cualquiera que auxilie su eutanasia es un delin- 
cuente porque está colaborando en su suicidio. Pero si usted 
está condenado a muerte y alguien coopera en su ejecución las 
cosas cambian ... ¿Que no ve la diferencia? 
DO: Pues tengo que decirle una cosa ...
JUAN: ¡Hable, hable! 
DO: Es que yo ... ¡quiero morir! 
JUAN: ¿Pero por qué? 
DO: He sido malo, no merezco vivir ... ¡La vida es una porquería! 
JUAN: Pero cómo dice eso hombre ... No sea tan negativo, 
alégrese y, ante todo, perdónese a usted mismo.
DO: ¡Qué no, que he sido un rufián y un criminal! ¡He causado 
dolor a las personas buenas! ¡¡Quiero morir!! (Berrea). ¡¡QUIERO 
MORIIIRRR!! 
JUAN: Oiga, pues esto cambia las cosas ... Si me permite tengo 
que hacerle una lIamadita al alcaide. 
DO: ¿Por qué? ¡No me deje así! 
JUAN: Es que ahora estamos hablando de asistencia al suicidio, 
yeso es un delito. No pretenderá que me meta en un lío por una 
scoria como usted. La vida ya es muy dura sin estas complica- 
iones, faltaría más. Ahí se queda ... 
El comercial de FENECESA sale dando un buen portazo con 
la puerta enrejada. Sus pasos resuenan en el eco del pasillo 
mientras se aleja dejando al preso en la más absoluta y deses- 
perada soledad. 
DO: Pero oiga ¡¡Oiga!! ¡¡Al menos deme la aceituna!! ¡¡AYÚDEME!! 
Los gritos del reo son ahogados por el eco cada vez más 
sonoro de la gotera. Ahí le dejamos, sollozando, para volver a 
nuestra cómoda realidad. 

sábado, 17 de marzo de 2012

"Tinieblas exteriores" 1988 - Miguel Ángel Molinero


EL REINO ABOMINABLE 
No era el azar. 
Porque todo se puede perder. 
y la infección invasora se adentra. 
Los miembros, atónitos, no luchan. 
Nada en el recuerdo 
los había enfrentado 
a esta floración homicida. 
La fiebre acosa. 
Ya el postrado, 
sin querer saberlo, 
acepta el día en el que el golpe 
de los dados "quiebre, decididamente, 
en la última postura. 
Con impaciencia busca en sus actos 
desplegados en el pasado inmóvil,
la causa oculta del tormento. 
Oscuramente siente 
que ha de responder de sus llagas, 
como antes de su vida toda. 
C~n el coraje que legaron los antepasados, 
orillando las justificaciones. 
Esta herida es distinta. 
Diríase que es más grande que el cuerpo, 
que es un valle sin fondo, 
que desgarra más allá del aliento exhalado. 
La palabra innombrable, 
tomada de entre los nombres 
de las constelaciones 
ha hecho presa y socava 
la arquitectura de los músculos, 
desanuda las nervaduras. 
En la densa negrura de la larga noche 
relámpagos, 
esquirlas de conciencia. 
El aire va faltando, 
penosamente cruza las acequias interiores. 
Huye el tiempo a la velocidad 
lacerante del dolor. 
Ya cristal, ya piedra, 
un fogonazo de oxígeno 
es el conocimiento. 
Execrable la historia cuando acaba. 
Inaudita inclemencia de la naturaleza 
en el día de la ira, 
asedio del que no se regresa. 
Oscuridad. Vacío. 


viernes, 9 de marzo de 2012

"Outsider, Un arte interno" 2007 - Leopoldo María Panero (Varios)



Padre silencio 
En el momento en que mis ojos caían 
Formas extrañas se me presentaban 
Para amedrentarme y así no poder dormir 
Para seguir vigilando la noche 
Para llamar a la tormenta 
Para llamar a la tormenta de haber existido 
Bipolarizar este "reality show" 
Dar la señal de un "murder party" 
Iniciado por la prohibición de que nadie salga 
A no ser como en la ficción galante de las joyas 
Indiscretas con la verdad escondida bajo su vientre 
Disponemos del orbe pero no de su concepto 
De su materia oscura 
De su brillante animismo 
y es que "es mi sangre lo que llueve sobre ti" 
Fernando Alfaro lo dijo 
y llovía y llovía sobre el palacio del Pardo 
y las estrellas descendían en busca de galanes
En el Palacio del Pardo
Junto a la catedral de hueso 
Buscándose a sí mismos en el oscuro mar de la muerte 
El oscuro tribunal de la muerte 
Donde hubo lo que nunca hubo 
Tarde o temprano sacamos la basura 
"Basurero del alma", Herminio Herrando lo dijo 
Mientras los objetos se distorsionan con la absoluta 
Certeza de que han cambiado de sitio 
En el funeral de nuestra alma 
En el sitio de nuestra conciencia 
Conciencia sitiada por el rigor mortis 
Ajeno a la excusa, venidero porque sí 
"El basurero de nuestra alma". Oscar Wilde lo dijo 
Asomándose a las ruinas de sí mismo 
En el Pentecostés de nuestra existencia 
En la oscura penitencia de la muerte 
Por la cual es impensable el sufrimiento en la otra vida 
Y es por ello que me da miedo morir 
En la reencarnación lugareña de otro infierno 
Y es inmoral la vida y es pecado vivirla 
Porque el placer del cuerpo y su dormitar 
Van en contra de las leyes transparentes del Universo 
Y es que el poeta ha de hacerse transparente al Universo 
Alguien lo dijo 
Y que el infierno sea la Segunda Venida. 

viernes, 2 de marzo de 2012

"El indulto" 1964 - Luis Alemany Colome


Don Augusto, el presidente de la Cofradía 
del Luto Riguroso, avanzó hacia «El Chepa» 
rascándose la ceja sin descanso. 
-Vamos, vamos ... Usted venga conmigo 
que le diré lo que tiene que hacer ... 
-Sí, señor -asintió « El Chepa» servilmente
 caminando tras él hasta un rincón del 
vestíbulo en que se veía apoyada una cruz de 
madera negra de casi dos metros de alto-. 
¿Esta es la cruz? 
   -Sí, claro...¿Qué?. ¿Le gusta?.
-Es muy grande... -«El Chepa» se 
volvió hacia el director de la cárcel-. Don 
Ernesto, a mí no me habían dicho que fuera 
tan grande ... 
Don Ernesto se encogió de hombros con 
un gesto que quería decir: «¿Y usted que 
quiere que yo le haga, hijo mío?>
¿Cómo muy grande? ¿Cómo muy grande? 
Mayor era la que llevó el Redentor ... 
-Sí -gruñó «El Chepa»-, y la' del 
Valle de los Caídos ..." 
-¡Cállese, descarado!. ¿No ve que no pesa 
nada? Mire, mire .. , -dijo don Augusto 
intentando levantar la gruesa cruz con una 
mano y teniendo que emplear las dos para 
evitar que se derrumbase con estrépito-. 
Bueno... -' concedió mientras don Ernesto le 
ayudaba a apoyarla en la pared-, yo es que 
estoy desentrenado y además se me resbaló 
de la mano, pero para usted esto... ¡Hale, 
hale, carguera y venga conmigo!. 
«El Chepa» empezaba a arrepentirse de 
haber accedido tan fácilmente. Bien mirado, 
por cuatro días no merecía la pena' todo ese 
jaleo. Pero ahora ya estaba vestido, y no le 
parecía bien , volverse atrás. Al fin y al cabo 
ellos le hacían 'Un favor ... Cargó la cruz como 
pudo y traspuso el portalón que daba al patio. 
Allí, don Augusto hablaba febrilmente con 
los músicos mientras un murmullo de oraciones 
invadía el recinto.