viernes, 24 de agosto de 2012

"Historias de Cronopios y de Famas" 2010 - Julio Cortázar


Preámbulo a las instrucciones 
para dar cuerda al reloj 

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te rega- 
lan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un 
calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los 
cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es 
de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te rega- 
lan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la 
muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo 
terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo peda- 
zo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero 
no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su 
correa como un bracito desesperado colgándose de tu 
muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos 
los días, la obligación de darle cuerda para que siga 
siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la 
hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio 
por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el 
miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga 
al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad 
de que es una marca mejor que las otras, te regalan la 
tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No 
te regalan un reloj, tú \res el regalado, a ti te ofrecen 
para el cumpleaños del reloj. 


Instrucciones para dar cuerda al reloj 

Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga 
miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos 
dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. 
Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus 
hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un aba- 
nico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las 
brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume 
del pan. 
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a 
su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El 
miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcan- 
zarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, 
gangrenando la fría sangre de sus pequeños rubíes. Y allá 
en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos 
antes y comprendemos que ya no importa. 


viernes, 3 de agosto de 2012

"Pulp Fiction" 1995 Quentin Tarantino



PUMPKIN: ¿Cuál de ellas es? 
JULES: Es en la que pone «Mal hijo». 
Pumpkin mira en el interior de la bolsa ... y allí está, ejectiva- 
mente. Una cartera en la que aparecen grabadas las palabras 
«Mal hijo». 
JULES: Esa es. Ahora, ábrela y saca el dinero. ¿Cuánto hay? 
PUMPKIN: Unos mil quinientos dólares. 
JULES: Métetelos en el bolsillo. Son tuyos. Junto con el 
resto de las carteras de los demás y lo que había en la caja 
registradora, seguro que hace una cantidad aceptable. 
Todo un éxito. 
VINCENT: Jules, si le entregas mil quinientos dólares a este 
pelagatos, voy a tener que matarlos aunque sólo sea por 
pricipios. 
JULES: Tú no vas a hacer nada, maldita sea. Quédate donde 
estás y cierra el pico. Además, no se los doy a él. Estoy 
comprando algo con mi dinero. ¿Sabes lo que estoy comprando, Ringo? 
PUMPKIN: ¿Qué? 
JULES: Tu vida. Te ofrezco ese dinero para no tener que 
matarte. ¿Lees la Biblia? 
PUMPKIN: No todos los días. 
JULES: Hay un pasaje me sé de memoria y que parece 
apropiado para esta situación. Es de Ezequiel, veinticinco, 
diecisiete, y dice: «El camino del justo se ve asediado por 
todas partes por las iniquidades del egoísmo y la tiranía 
de los hombres malos. Bendito sea aquel que, en nombre 
de la caridad y de la buena voluntad, pastorea a los débi- 
les a través del valle de la oscuridad, pues él es el verdadero
 protector de su hermano, el que encuentra a los 
niños perdidos. Y yo actuaré con terribles venganzas y 
furiosos escarmientos contra aquellos que intenten envene- 
nar y destruir a Ynis hermanos. Y sabréis que yo soy 
Yahveh cuando os aplique mi venganza». Llevo años 
repitiéndome todo eso. Y si lo has oído alguna vez, eso 
significa tu culo. En realidad, yo nunca me he preguntado
 qué significaba. Pensé que se trataba simplemente de 
algo frío que podía decirse a cualquier hijo de puta antes 
de meterle una bala por el culo. Pero esta mañana resulta 
que he visto una cierta mierda que me lo ha hecho 
pensar dos veces. Ahora opino que tú podrías haber sido el 
hombre malo y yo el hombre justo. Y aquí, el señor 45, 
es el pastor que protege mi justo culo en el valle de la 
oscuridad. O quizá tú seas el hombre justo y yo el pastor, 
y resulta que es el mundo el que está sumido en la 
iniquidad y el egoísmo. Eso me gustaría. Pero esa mierda 
no es la verdad. La verdad es que tú eres el débil. Y yo 
represento la tiranía de los hombres malos. Pero lo intento.
 Te aseguro que intento ser el pastor. 
jules baja su arma y la deja sobre la mesa. 
Pumpkin lo mira. Luego mira el dinero que tiene en la mano. 
Después se vuelve a mirar a Yolanda. Ella le devuelve la mirada. 
Agarra la bolsa de basura que contiene las carteras y los dos 
salen corriendo por la puerta. 
jules, que en ningún momento se ha levantado de su asiento, 
toma un sorbo de cqfé. 
]ULES (hablando consigo mismo): Está frío. 
Aparta la taza hacia un lado. 
Vincent aparece junto a jules. 
VINCENT: Creo que ahora deberíamos marcharnos. 
]ULES: Eso es, probablemente, una buena idea.