viernes, 30 de diciembre de 2011

"Vivir y morir en Lavapiés" 2011 - José Ángel Barrueco

TREINTA y TANTOS 
A la solana en Argumosa. Dos hombres y una mujer toman café. 
-Bueno, ¿y qué tal en el curro? -interviene ella. 
-Curioso que lo preguntes, ya que nos han dicho esta semana 
que el lunes despedirán a siete de nosotros. 
-No jodas -dice el otro hombre-. ¿Y tú estás incluido entre 
los posibles? 
-Sí, tío -con pesar-, yo estoy incluido. Podría ser uno de los 
que largan. 
-Suerte, entonces. Vas a necesitarla. 
-Desde luego. Ya no hay nada seguro a esta edad ... 

ENVEJECER 
-Opino que debería verte un médico, Marco. 
-¿Quieres dejar de darme el coñazo? 
Marco se levanta, va al baño, se quita el pañuelo. Se estudia en 
el espejo. Se fija en las patas de gallo. En esa arruga, en dos canas, 
en la hinchazón nasal. 
-Mierda, ya no soy el mismo ... 

CASA LASTRA. COCINA ASTURIANA 
Señor de bigote franquista, calva brillante y traje con lamparones. 
Sale del restaurante. Esquinas de Olivar y Cabeza. Se pone unas ga- 
fas de sol enormes. Da un paso. Casi se cae. Sale otro tipo tras él. 
-Vaya curda ... Menuda comida nos hemos pegado, ¿eh? 
¿Sabrás llegar a casa? Que te veo «morao», macho. 
-Calla, qué sabrás tú. Yo estuve en la Legión. A mí no me 
puede nadie. 

INDIGENTE EN AVE MARÍA 
Está gritándole a un señor: 
-¡Cagoenlaputa! ¡No sabes nada de mí! ¡No tengo miedo! ¡No 
le tengo miedo a nada! ¡No tengo miedo a la muerte! ¿Sabes por 
qué? ¡Porque ya estoy muerto! ¡Porque yo soy la Muerte! ¡No me 
vengas a joder, cabrón, porque voy y te rompo el brazo! ¡Te mato 
y te mastico! ¡Estoy muerto! 
El señor aludido se da la vuelta. Mira por encima del hombro. 
Su esposa: 
-Pero, ¿qué le has dicho? 
-¿Yo? Nada, estará loco. Quizá le he rozado al pasar, no sé ... 

JACQUES y KOFI 
Son dos franceses de origen africano. Terminan de tomar el café 
en una tasca. Kofi es el mayor. Bien vestido, de pelo gris y gafas 
de montura fina. Jacques es más joven que su colega. Las sienes 
de su cabello afro, bastante largo, han empezado a encanecer. Usa 
gafas de montura gruesa y blanca. Parecen dos intelectuales. Pa- 
gan, salen hablando de camino al trabajo, y, al ver a un compatriota 
sentado en los escalones del Nuevo Teatro, escupiendo, fumando, 
rascándose los cojones y viendo pasar la vida sin inmutarse, Kofi 
dice: 
-¿ Ves? Ésa es la imagen que debemos evitar. 

EL TONO 
-¿Ya te has despejado? Porque menudo siestón, hijo ... 
Aitor, la cara aún húmeda tras lavársela. Con una taza de café 
en la mano, observa a Saray. Fijamente, con la expresión de quien 
empieza a enojarse. 
-¿Qué pasa? 
~Nada. No me gusta el tono que empleas a veces. 
-Yo también te quiero ... Mira, deja de entorpecer y prepara 
todo. Que Jenny no tardará. Y no sonrías, que te veo. Ya te he di- 
cho que no te vas a comer un colín. 

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