A su regreso de España, Zaida había traído la noticia de que en Bilbao habían conocido a un pariente muy cercano de don Sebastián, sin descendencia directa, que oA su regreso de España, Zaida había traído la noticia de que en Bilbao habían conocido a un pariente muy cercano de don Sebastián, sin descendencia directa, que ostentaba el título de Marqués de Arcentales y poco faltó para que mandara a bordar el escudo familiar en lencería y pañuelos. Antonio nos oía conversar animadamente sobre el tema y solía comentar: «Vanidad de vanidades y todo vanidad», parafraseando un versículo, creo que del Eclesiastés. Pese a que calificaba aquello de frivolidades y presunciones tontas, cuando mi padre se jactaba de que descendía del Conde de Las Casas, biógrafo y compañero de destierro de Napoleón, Antonio me decía por lo bajo que en la jerarquía nobiliaria un marqués era superior a un conde. Muchísimos años después, mi hijo Luis, ocurrente y burlón como pocos, dibujó en un papel amarillento un escudo donde aparecía el supuesto fundador de la dinastía en alpargatas echando bellotas a los cerdos. Con gran circunspección le hizo entrega del pergamino a su padre, armándolo caballero con el palo de la escoba y otorgándole el título de Marqués de la Suspensión de Pagos, en alusión a la difícil situación económica por la que atravesábamos entonces.stentaba el título de Marqués de Arcentales y poco faltó para que mandara a bordar el escudo familiar en lencería y pañuelos. Antonio nos oía conversar animadamente sobre el tema y solía comentar: «Vanidad de vanidades y todo vanidad», parafraseando un versículo, creo que del Eclesiastés. Pese a que calificaba aquello de frivolidades y presunciones tontas, cuando mi padre se jactaba de que descendía del Conde de Las Casas, biógrafo y compañero de destierro de Napoleón, Antonio me decía por lo bajo que en la jerarquía nobiliaria un marqués era superior a un conde. Muchísimos años después, mi hijo Luis, ocurrente y burlón como pocos, dibujó en un papel amarillento un escudo donde aparecía el supuesto fundador de la dinastía en alpargatas echando bellotas a los cerdos. Con gran circunspección le hizo entrega del pergamino a su padre, armándolo caballero con el palo de la escoba y otorgándole el título de Marqués de la Suspensión de Pagos, en alusión a la difícil situación económica por la que atravesábamos entonces.
viernes, 28 de noviembre de 2025
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