“Mi cuerpo se encuentra más débil y agotado con cada minuto que paso encerrada entre estas cuatro paredes. La humedad de lo que ahora debo llamar hogar impregna cada milímetro de mi castigada alma. Todas las noches tengo el mismo sueño, un sueño bello en el que la oscuridad da paso a una enorme luz, cegadora pero hermosa, que me llena el alma y me anima a seguir soñando. No quiero despertarme y volvérmelo a encontrar, no soporto ni un día más escuchar su voz rota, ni el olor a rancio que desprende, ni sentir esas manos ásperas toqueteando mi cuerpo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario