¿Qué motivos existen realmente para revisar unos libros que nacieron efimeros? Ninguno. No deja de ser una excusa para hablar del presente proyectándolo en otro momento histórico, separarnos del hoy para analizarlo con una perspectiva diferente. Pero ¿quién no ha dicho, displicentemente, en un ejercicio de egocentrismo, que un libro se ha quedado anticuado?; en realidad el libro sigue en el mismo sitio en el que fue creado, estático. Somos nosotros los que hemos cambiado... y con nosotros la forma de interpretarlo. El momento histórico siempre se proyecta sobre el libro y, a su vez, el lector proyecta su madurez sobre ese producto nacido al calor de unos hechos que muchas veces desconocemos.
viernes, 2 de febrero de 2024
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