LIBERTAD DE LA PALABRA
Amo el poema como unión libre de palabras,
no como palabras casadas por la iglesia,
formalizadas, medidas, institucionalizadas;
amo el poema como caballo desbocado,
como repentino relámpago, iluminación súbita
que alumbra la eternidad de un instante,
las moradas interiores,
que hace tangibles los lugares recónditos,
el poema como un roce conspirativo
con la raíz de los sueños convulsos,
rosa explosiva que estalla y nos clava sus espinas,
libertad de la palabra que goza, grita, aúlla,
gesticula, delira ... de manera antiliteraria.
Bello es el palpitar de la palabra
acompasado con los latidos del corazón,
y el revolotear de las palabras con alas,
y las palabras frescas como el viento
que el viento lleva.
Bello es un poema hecho con ojos alucinados
ante los abismos de la tormenta nocturna.
Un poema que suene como pedradas
en los vitrales de las catedrales .
Precioso libro adquirido el la librería Alejandria
de la editorial Tansonville
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