Aún recuerdo mis primeras lágrimas, fue el día que subí al
viejo desván de la casa de mi difunto abuelo, allí todo estaba lleno de polvo y
suciedad, una tenue luz entraba sigilosa por la claraboya de la pared torcida
del fondo.
Algo grande, tapado con una sábana, llamó mi atención ,al
levantar la sábana allí estaba el viejo piano de mi abuelo. Siempre me pregunté
como pudieron subir semejante instrumento, siempre me ha parecido precioso, con
miedo toqué una de las teclas blancas y sonó algo desafinado pero rotundo y
viejo, como realmente esperaba.
Había escuchado ese piano miles de veces a manos de mi
abuelo, desde la cocina, de fondo se oían las teclas golpeando las cuerdas e
incluso desde el desván. Allí yo solía jugar a los pies del piano, me quedaba
observándole tocar, recuerdo su cara perfectamente, era jazz y ahora lo sé, de
niño no había oído esa palabra pero sabía muy bien como sonaba.
Pilas y pilas de cajas de discos y cientos de horas me
esperaban. De la primera caja saqué un disco al azar y allí estaba John
Coltrane & Don Cherry, lo puse en el polvoriento aparato de discos, no estaba
seguro de que funcionase. Fantástico, empezó a sonar, miré rápidamente hacia
todos los lados buscando la vieja mecedora y bajo una sábana allí estaba, la
fui destapando mientas sonaba la trompeta de Don Cherry. Me senté y por un
momento me sentí como él, como mi abuelo, ese espacio era solo suyo y su
música, puedo visualizarle con los ojos cerrados y esa larga pipa con la que
solía fumar, me encantaba el olor de su pipa, el jazz huele a tabaco de pipa,
para mí, mi abuelo era jazz, con ese tremendo swing que tenía cuando tocaba el
piano.
Seguí rebuscando y escuché una inmensidad de discos,
Thelonious Monk, Duke Ellington, Wilbur Harden. Le veo sentado a mi lado, uno
al lado del otro, creo que a él le habría encantado como a mi sentirse mano a
mano u oreja a oreja, siento como si no le hubiese conocido lo suficiente, como
si mi tiempo limitado lo hubiese perdido en mis tontadas de niño, hoy es el día
en el que le necesitaría aquí, a mi lado, escuchando todos estos discos y
contándome sus historias.
Seguí buscando y encontré “Prodigalitá” no me sonaba de nada
ese nombre, parecía una grabación casera , en la trasera del disco ponía,
trompeta: Antonino Palermo, contrabajo: Teo Giovanni, batería: Pietro Faggiato
, piano: Virgilio Bolzoni. ¡Es mi abuelo! no podía creerlo, era un disco de mi
abuelo, rapidamente puse el disco, Lonely woman, esa era la primera canción. Me
senté y me puse en la boca un lapicero imitando la pipa con la que fumaba mi
abuelo, pude sentir su piano, su presencia y hasta el olor del tabaco de pipa,
y no pude retener mi primera lágrima.
Fernando Bolzoni
Audio original completo en el club de jazz del dia 6 de Marzo 2013
Texto en la pagina de el club de jazz
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Grande, muy grande pequeño Bolzoni!!!
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