martes, 11 de octubre de 2011

Poetas Africano Contemporáneos - 1975


Leopold Ségar Senghor

EL REGRESO DEL HIJO PRODIGO 
y de nuevo mi corazón sobre el escalón de piedra, 
bajo la gran puerta de honor; 
y se estremecen las cenizas tibias del Hombre 
con ojos de centella, mi padre. 
Sobre mi hambre el polvo de diez y seis años de errabundez, 
y de la inquietud de todos los caminos de Europa. 
Yel rumor de las grandes capitales; y las ciudades 
batidas por las olas, por mil pasiones, en mi cabeza. 
Mi corazón se ha conservado puro como el viento 
del Este en el mes de marzo. 

Agostinho Neto

EL LLANTO DE ÁFRICA 
El llanto durante siglos en sus traidores por la esclavitud de los hombres 
en el deseo alimentado entre ambiciones de 
soplos románticos 
en los tambores llanto de África 
en las sonrisas llanto de África 
en las hogueras llanto de África 
en los sarcasmos en el trabajo llanto de Africa. 
Siempre el mismo llanto en nuestra alegría inmortal 
mi hermano Nguxi y mi amigo Mussunda 
en el círculo de las violencias 
aun la magia poderosa de la tierra 
y de la vida fluyente de las fuentes y de todas 
partes y de todas las almas 
y de las hemorragias de los ritmos de las heridas 
de África 
hasta en el florecer aromatizado de la selva 
hasta en la hoja 
en el fruto 
en la agilidad de la cebra 
en la sequedad del desierto 
en la armonía de las corrientes o en el sosiego de 
los lagos 
hasta en la belleza del trabajo creador de los 
hombres. 
El llanto de siglos 
inventado en la esclavitud 
en histerias de dramas negros almas blancas perseguidas 
y espíritus infantiles de África 
las mentiras llantos verdaderos en sus bocas. 
El llanto de siglos 
donde la violada verdad se consume en el círculo 
[de hierro 
en la deshonesta fuerza 
sacrificadora de los cuerpos cadavéricos 
enemiga de la vida
cerrada en los estrechos cerebros de máquinas de contar 
en la violencia 
en la violencia 
en la violencia. 
El llanto de África es un síntoma. 
¡Nosotros tenemos en nuestras manos otras vidas 
y alegrías 
desmentidas por nosotros en los lamentos falsos 
de sus bocas! 
Y amor. 
y los ojos secos. 


Viriato Da Cruz

MAMÁ NEGRA 
(Canto de esperanza) 
Tu presencia, Madre mía-drama vivo de una Raza, 
drama de carne y de sangre 
que la Vida escribió con la pena de siglos. 
Por tu voz 
Voces venidas de los cañaverales de los arrozales, de los cafetales 
de los seringales, de los algodonales ... 
Voces de las plantaciones de Virginia 
de los campos de las Carolinas 
Alabama 
Voces de los ingenios de los bangués de las 
tengas de las caravanas de las pampas 
de las fábricas 
Voces del Harlem District South 
Voces gimiendo blues, subiendo del Mississipi 
repercutiendo de los vagones. 
Voces llorando en la voz de Carrothers: 
Lord God, what will have we done 
Voces de toda la América. Voces de toda el África. 
Voz de todas las voces, en la voz altiva de 
Langston 
en la bella voz de Guillén ... 
Por tu torso 
Rebrillantes torsos que sois los más fuertes 
del mundo 
Rebrillantes torsos, fecundos con sangre, 
con sudor ablandando las más ricas tierras del mundo. 
Rebrillantes torsos (ay el color de esos torsos). 
Rebrillantes torsos doblados en el tronco, 
pendientes de la horca, abatidos por Lynch. 
Rebrillantes torsos, fecundos con sangre, 
con resucitados con Zumbi, en Toussaint alzados. 
Rebrillantes torsos ... 
Brillen, brillen, bateadores de jazz, 
revienten, revienten, grilletes del Alma, 
evádete, oh Alma, en las alas de la Música 
... adonde el brillo del Sol, del Sol fecundo 
inmortal 
y bello ... 
Por tu regazo, Madre mía 
Otras gentes mecidas 
a la voz de ternura acunadas 
de tu leche alimentadas 
de bondad de poesía 
de música ritmo y gracia ... 
santos poetas y sabios ... 
Otras gentes ... no tienen hijos, 
que estos naciendo brutos 
semovientes, cosas varias, 
pero son hijos de la desgracia 
la azada es su juguete 
trabajo esclavo - diversión ... 
Por tus ojos, Madre mía 
Veo océanos de dolor 
claridades de sol puesto, paisajes 
rojos paisajes, 
dramas de Cam y Jafet ... 
Pero veo también (oh si veo ... ) 
pero veo también que la luz robada a tus ojos 
ahora respladecen 
demoníacamente tentadora como la Certeza ... 
centelleantemente firme como la Esperanza ... 
en nosotros tus hijos 
engendrando, formando, anunciando 
el día de la humanidad 
el día de la humanidad. 

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