sábado, 16 de noviembre de 2024

JITANJÁFORAS - EDUADRO FRAILE - 2020




JITANJÁFORA DE FILIBERTO EL CHOCOLATERO



En enero y febrero

sale el chocolatero

 a vender el chocolate 

que en su fábrica hace.

En marzo y en abril 

lleva su maletín

repleto de tabletas 

a catorce pesetas.

En mayo, junio y julio 

y en agosto y septiembre 

y en octubre y noviembre,

 por los pueblos y aldeas,

 lleva su mercancía

sea de noche o de día.

Y en diciembre hay que hacer más,

 que llega la Navidad.




 

domingo, 1 de septiembre de 2024

Papá, dame la mano que tengo miedo - Leopoldo María Panero - 2007

             


Un hombre mayor grita a mi lado lo viejo que es, pero yo no lo escucho, porque escucho tan sólo el sonido de las lágrimas sobre mi piel, de esas lágrimas de un hombre que ya no llora, seducido o vendido por el papel que tiembla entre sus manos: quizá un billete de autobús o una novela. Edgar Allan Poe fue usado por unos canallas para unas elecciones trucadas, lo mismo que yo para el golpe de estado. Oh susurro de la serpiente sobre el papel, bendita sea mi mano que repta entre los lápices de colores y los muchachos de quince años. «Sólo los gitanos delante, sólo los gitanos detrás, y sólo asoma en el aire un canto de soleá» (Romance anónimo por la muerte de Federico García Lorca). Oh soledad de Góngora sobre el papel, soledad del muslo en llamas, artífice viejo del silencio, mecanismo secreto de la amargura. Oh pobre Roma, lo amargo de toda literatura. Oh tú, ebriedad de Claudio Rodríguez, alias El Muerto: sigue temblando tu cigarrillo entre los labios, mientras apuras los últimos vinos. Oh tu, Leopoldo María Panero, alias La Muerte: de sexo femenino antes que masculino. Yo he muerto más veces que ningún muerto, y he muerto sin llorar, como si me tirara un plátano; y he muerto sin sepulcro, porque no he querido abrigo y sí sensación pura en mi último suspiro. La única embriaguez es el dolor: dolor sin dolor como una sombra vana, como un dolor de muela o caries en la cama. La vida puede ser sólo una leve irritación, escozor del ambiente en que me masturbo llorando por los muertos. Oh tú, Bar de la Calavera, Gólgota del dolor y la dicha, como dijo sin página Gottfried Benn. Oh tú, Heidegger, profesor de la verdad y catedrático, honor sin piedad de la verdad, sol de la sombra y honor de los muertos. Días viejos sobre el papel. Oh tú, escritor, artista del hambre, hambre de la vida y del aire, no te quejes más si no comes, porque lo que tú querías era precisamente escribir. «Soy el sacrosanto Emperador, el nacido. Hija del sol, imperarás conmigo». «Oh suplicio de la dicha, suplicio de haber nacido.» «Cielo crepusculario y amarillo que jamás perdonará.» A mi lado se oye esta noche una canción estúpida: «Apaga la luz, más luz, que ya no puedo vivir con tanta claridad». La vida es sólo esta canción estúpida, que se oye esta noche con sabor a melaza, susurro de un borracho frío, porque el hombre es sólo un borracho sin abrigo, sereno como un muerto y ebrio como si estuviera vivo. Eres hábil como un espectro recorriendo la ciudad, lo sabemos, borracho como un vivo, sereno como un muerto, aquella voz de labios sonrosados que no callan. Ven a matarme, ven, porque sólo soy un espectro. Rosa homosexual, nacida de la nada, como dije yo hace algunos años. Poemas amontonados en torno a la página en blanco, de la página que nada se dice y nada se sabe, hábil como una serpiente recorriendo la ciudad, lo sabemos, evitando el mal olor que la vida despide. Oh tú, vida torpe, exactitud brutal, sólo quiero brujas para esta noche sin compañía. ¿Qué hizo de vosotros el sol?, me preguntaba yo en un poema dedicado a las brujas. El sol ya no me quiere, es inútil ocultarlo, el sol aúlla en vano por la flor, por la piel que es la única que sufre. Todos lo sabemos, dejad ya de mentir: Pere Gimferrer y Carnero se casaron en octubre, a ojos de todo el mundo, y sólo la piel vino a bendecirlos. Sólo quiero para mí esta alegría, este resplandor, este silencio de Rimbaud y este gesto en mitad del silencio. Llegaré a tener la nobleza de no volver a escribir. Pero la mano aún repta silenciosa sobre el papel, sin poder evitarlo, dominada y precisa en sus movimientos de monstruo. Y no hay más monstruos que las moscas, ya se sabe, como dedos sobre el papel sin dirección alguna. «Moscas, moscas sobre el plátano en las calles», dijo algún poeta católico. Alguien católico que en el desastre se llamara Robert Lowell, nombre inscrito en lo más profundo de la ruina. «Era en Varsovia, en lo más hondo del hecho consumado», como también dijera Gombrowicz. ¿Qué quieres de mí?, preguntó un hombre a las moscas que le corroían y chupaban el semen de forma indiscreta. No quiero nada de ti, contestó la Virgen a su espalda, señalando con los ojos a un hueso de pollo en el suelo, como una oración para que nadie existiera. Una oración para que el día dejara de existir, y para que la sangre dejase de brotar en el manicomio, y para que la locura continuase siendo una larga oración al desastre, larga plegaria para que el día no exista, y la lluvia no hierva cuando toca la piel rasurada del poeta, con el ritmo alocado del tambor y el tatuaje. «Moscas, moscas volando sobre el plátano en las calles.» Secreto de la sangre que sangra, secreto atroz del falo del desastre. Pájaros sobrevolando en círculos sobre la ruina, pájaros que alimentan con su pico el desastre. Pájaros a los que enseñaré cuanto he aprendido de mi mala vida en estos años. Como si fueran mis hijos más pequeños o unos discípulos que todo lo quisieran saber de la música roja del circo.

sábado, 3 de agosto de 2024

VIEJAS HISTORIAS DE CASTILLA LA VIEJA - MIGUEL DELIBES - 1982


En todo caso, la ladera del cerro es desnuda e inhóspita y apenas si con las lluvias de primavera se suaviza un tanto su adustez debido a la salvia y el espliego. Por la ladera aquélla, que ignoro por qué la llaman en el pueblo La Lanzadera, se veían descender en el mes de agosto las polladas de perdiz a los rastrojos. Los perdigones andaban tan agudos que se diría que rodaban. Caminaban en fila india, la perdiz grande en cabeza, acechardo cualquier impreviso, mientras los perdigones descendían confiados, trompicando de vez en cuando en algún guijarro, piando torpemente, incipientemente, como gorriones. Luego, al ponerse el sol, regresaban al páramo con los buches llenos, de nuevo en rigurosa fila india, y allí en lo alto, en las tierras de los hermanos Hernando, pernoctaban.


 

lunes, 20 de mayo de 2024

ARBORETUM - BREVE ANTOLOGIA DE ARBOLES CAIDOS - GSUS BONILLA - 2023



FRAXINUS EXCELSIOR


Poco os cuentan de la sombra de los fresnos 

donde los orfebres tallan sus abejas

y las piezas de cerdo escurren su barniz

eternamente joven


Habrá quien pida a gritos un acuífero 

y sus razones tendrá, pero 

los reyes están muertos 

los baldes aún rebosan agua 

y bajo esa sombra desayunan 

mañana, tarde y noche, las terneras


Agrietado miércoles entre ceniza 

las campanas tocan a concejo


este es un octubre aciago 

y las gargantas que no lo pueden todo

dicen tener sed



 

viernes, 10 de mayo de 2024

LA MUERTE DE ROBERT JOHNSON - DOLPHIN RIOT & RAUL González RAGO - 2023


Ahí estaba su viejo amigo Rice Miller, ensordeciendo al maldito fonógrafo mientras le hacía señas para que le acompañase con la guitarra. El lugar, que ya era una orgía etílica, se puso a la misma temperatura que el caldero de aceite en el que Beatrice freía el pescado. "La suerte está de mi lado", dijo Robert para sus adentros mientras sacaba su Gibson L-1 de la funda.



La Verdad, la mentira y la imaginación todo junto para decir que es y que no es verdad o quizá podría ser todo imaginación sobre la vida y la muerte de un Bluesman de lo único que nos queda es una leyenda, un voz cruda y un sonido muy especial. Esto es lo que en definitiva nos quiere decir el autor Dolphin Riot (Gonzalo De la Torre Puig) junto con las hermosas ilustraciones Raul González Tejero (Rago).


 

jueves, 2 de mayo de 2024

CARTA DE UN CONFINADO - JAVIER DE LA ROSA - 2022

 

                      

 El minuto
Que aprisiona

Y saca un juego

Desesperanza.

Mi vida se atasca

Otro amigo, muere

En el desespero

Sin espera

En su persona

Que se despide

Por teléfono.

Pierdo pie

No sé dónde estoy

Pierdo la taz

De mi entorno

Y camino dentro De mi hogar

Con paso crispado

Y me relego

En mí mismo

Y casi muero.

Miedo, tengo miedo

De tener y perder

El paso

Que no calibro

Noticias secas

Que cansan

Que parten

La ilusión

En mil pedazos

De nada

Para nada

Recelos del amar

Para la humanidad que ama

Y lucha ante el poder

Que obliga a consumir

Y nada siente

Nada prolonga

Pues todo anochece.

No tengo nada que decir

Tal vez, por no ser oído

De no ser más que un argumento

Sin palabras.

En estas horas




Probablemente uno de los mejores poetas de estos tiempos Javier De la Rosa nos da la perspectiva del mundo que nos están dejando esos que en alemán se les llama halbert mensch, no existen mas palabras sin que te tapen la boca de lo que te hacen y dicen, Quizás aun no lo sabes pero necesitas leer este poemario lleno de miedo y verdad.

viernes, 15 de marzo de 2024

PELIGRO - R.L. STINE - 2003



Malcolm era un joven responsable alto y muy delgado. 

Tenia el pelo castaro, que llevada argo y despeinado, 

y las ojos marrones le bizqueaban de tanto leer: Una noche, 

sus amigos lo encontraron haciendo las maletas.

Mi examen de ingreso a la universidad está al caer; 

sólo quedan tres meses - explicó. Quiero irme lejos de aquí, 

a algún sitio tranquilo donde pueda estudiar sin que me molesten.

Sus amigos no intentaron disuadirle. Sabían que Malcolm 

se tomaba muy en serio sus estudios.

El joven empaquetó todos los libros necesarios. 

Luego tomó el tren y se apeó en un pequeño pueblo alejado de su ciudad.

 Frente a la estación del ferrocarril, encontró una pintoresca casa de huéspedes.

Su propietaria, la señora Witham, lo condujo a un cuartucho de alquiler. 

Era una mujer de cara redonda y rojiza, con el pelo rizado y canoso. 

Llevaba un delantal blanco lleno de manchas sobre un largo vestido gris y plisado....